Cala Capitán, una de las diez playas de Orihuela Costa distinguidas este año con la Bandera Azul —galardón que otorga la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC)— presenta, según un estudio de la AA.VV de vecinos Unidos x la Costa, un estado deplorable a pocas semanas del inicio de la temporada alta. Para los vecinos, la situación “pone de manifiesto la inutilidad de la concejalía de Costa y Playas que no gestiona sus competencias con un mínimo de calidad y eficacia”.
A pesar de contar Cala C apitan con servicios básicos operativos, como el chiringuito y los aseos, la acumulación de basura, falta de mantenimiento y peligros para los visitantes ponen en entredicho la gestión municipal. Unidos x la Costa ha podido documentar las deficiencias que resume en “accesos peligrosos, con montones de arena obstruyen el paseo y aceras, sin pasarelas, lo que dificulta el paso para personas con movilidad reducida o carritos de bebé, barandillas oxidadas y escaleras con desperfectos que representan riesgo de cortes o caídas”.
También se refiere a la falta de mantenimiento, solo cinco de los siete lavapies están operativos, las tuberías están expuestas, al aire, y los muros presentan peligro de desprendimiento. Afirma Unidos x la Costa que el jardín está abandonado, los bancos rotos y las palmeras sin podar, a pesar de haber empezado los trabajos por la zona la empresa ILDO desde hace años. Para Unidos la higiene queda comprometido por taludes cubiertos de hojarasca y basura y vallas o estructuras metálicas en avanzado estado de oxidación.
«El lamentable estado de Cala Capitán, cuando la afluencia ya es masiva, evidencia la inutilidad de una concejalía que no cumple con sus competencias mínimas»
«El lamentable estado de Cala Capitán, cuando la afluencia ya es masiva, evidencia la inutilidad de una concejalía que no cumple con sus competencias mínimas«, denuncia el informe. La falta de acción preventiva —como podas, reparaciones o limpieza profunda— contrasta con el reconocimiento internacional de la Bandera Azul, que exige estándares de calidad ambiental y seguridad.
Cala Capitán de Orihuela Costa, a blue flag that does not reflect reality
Cala Capitán, one of the ten Orihuela Costa beaches distinguished this year with the Blue Flag – an award given by the Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC) – is, according to a study by the AA.VV of neighbours Unidos x la Costa, in a deplorable state a few weeks before the start of the high season. For the residents, the situation ‘shows the uselessness of the Coast and Beaches council, which does not manage its competences with a minimum of quality and efficiency’.

Despite the fact that Cala C apitan has basic services in operation, such as the beach bar and toilets, the accumulation of rubbish, lack of maintenance and dangers for visitors call into question the municipal management. Unidos x la Costa has been able to document the deficiencies which it summarises as ‘dangerous accesses, with piles of sand obstructing the promenade and pavements, without walkways, which makes it difficult for people with reduced mobility or prams, rusty handrails and stairs with damage which represent a risk of cuts or falls’.
It also refers to the lack of maintenance, only five of the seven footbaths are operational, the pipes are exposed to the air and the walls are in danger of falling down. Unidos x la Costa claims that the garden is abandoned, the benches are broken and the palm trees have not been pruned, despite the fact that the ILDO company has been working in the area for years.For Unidos, hygiene is compromised by slopes covered with litter and rubbish and fences or metal structures in an advanced state of rust.
‘The deplorable state of Cala Capitan, when the influx is already massive, shows the uselessness of a council that does not comply with its minimum competences’.
‘The deplorable state of Cala Capitán, when the influx is already massive, evidences the uselessness of a council that does not comply with its minimum competences’, the report denounces. The lack of preventive action – such as pruning, repairs or deep cleaning – contrasts with the international recognition of the Blue Flag, which demands standards of environmental quality and safety.